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Vacunas y resistencia a los antimicrobianos

La expansión del uso de vacunas tiene el potencial de reducir la administración de hasta 2.500 millones de dosis de antimicrobianos por año, lo que contribuye significativamente a la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos (RAM), uno de los mayores desafíos de salud pública en todo el mundo.

Vacunas y resistencia a los antimicrobianos

 

Esta información se incluye en un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el tema, que estimó el impacto potencial de los aumentos en las tasas de inmunización. El documento enfatizó que el papel de las vacunas en la reducción de la resistencia a los antimicrobianos no se ha reconocido plenamente, a pesar de que las vacunas pueden "entrenar" al sistema inmunológico para que se defienda mejor contra varios patógenos antes de que comience o empeore una infección.

 

Este informe proporciona una evaluación en profundidad del papel potencial de las vacunas en la reducción de la resistencia a los antimicrobianos (RAM). Destaca la importancia de las vacunas como herramienta crucial para prevenir infecciones y frenar la propagación de cepas resistentes, reduciendo así la dependencia de los antibióticos. Históricamente, el papel de las vacunas en la reducción de la resistencia a los antimicrobianos no se ha reconocido plenamente, centrándose principalmente en su uso para prevenir enfermedades infecciosas.

 

Este informe es único en su evaluación exhaustiva de 44 vacunas dirigidas a 24 patógenos, que abarca tanto las vacunas autorizadas como las que están en desarrollo. Incorpora una metodología sólida para estimar el impacto potencial de estas vacunas en los resultados de salud relacionados con la resistencia a los antimicrobianos, el uso de antibióticos y los costos económicos. Lo que distingue a este informe es su modelización detallada de la carga evitada por las vacunas y la viabilidad del desarrollo de cada patógeno. Los hallazgos subrayan el papel fundamental que deben desempeñar las vacunas en las estrategias nacionales y mundiales de mitigación de la resistencia a los antimicrobianos.

 

Las personas vacunadas tendrán menos infecciones y, por lo tanto, también estarán protegidas contra posibles complicaciones de infecciones secundarias que pueden desencadenar el uso de antimicrobianos o requerir ingreso hospitalario.

 

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, destacó la importancia de implementar estrategias preventivas. La lucha contra la resistencia a los antimicrobianos comienza con la prevención de la infección, y las vacunas se encuentran entre las herramientas más poderosas para ello. Más vale prevenir que curar, por lo que aumentar el acceso a las vacunas disponibles y desarrollar nuevas inmunizaciones para enfermedades críticas, como la tuberculosis, es esencial para salvar vidas y revertir la tendencia actual.

 

Los investigadores calcularon el impacto total en tres categorías principales: vacunas ya existentes, las que se encuentran en las etapas finales de desarrollo y vacunas hipotéticas.

 

Se evaluaron un total de 44 vacunas dirigidas a 24 patógenos, incluidas 19 contra bacterias, 4 contra virus y 1 contra un parásito. Dado que las infecciones pueden causar diferentes síndromes y afectar a varios grupos de edad, en muchos casos, a menudo se evaluaron varias vacunas contra el mismo patógeno para determinar su posible impacto en la resistencia a los antimicrobianos.

 

El problema de la resistencia a los antimicrobianos ha sido impulsado principalmente por el uso excesivo y el mal uso de los antibióticos. Se estima que la resistencia a los antimicrobianos está relacionada con aproximadamente 5 millones de muertes al año. Según el informe, el aumento del uso de la vacuna podría prevenir muchas de estas muertes, así como generar ahorros significativos en los costos del tratamiento y reducir las pérdidas financieras debido a la disminución de la productividad de los pacientes.

 

El nuevo informe amplió un estudio anterior de la OMS publicado en 2023 en BMJ Global Health, que indicaba los beneficios de implementar vacunas.¹

 

El estudio estimó que el uso de las vacunas existentes contra el neumococo Haemophilus influenzae tipo B y Salmonella typhi podría prevenir hasta 106.000 muertes relacionadas con la resistencia a los antimicrobianos al año.

 

Cada año, se podrían evitar otras 543.000 muertes relacionadas con la resistencia a los antimicrobianos gracias al desarrollo y el despliegue mundial de nuevas vacunas contra Mycobacterium tuberculosis y Klebsiella pneumoniae.

 

En la actualidad, las nuevas vacunas dirigidas a los patógenos causantes de la tuberculosis ya se encuentran en fases de ensayos clínicos, y una contra K. pneumoniae se encuentra en las primeras etapas de desarrollo.

 

Las vacunas en las etapas avanzadas de desarrollo clínico podrían prevenir hasta 135.000 muertes al año y 5 millones de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD). Además, podrían reducir los costos hospitalarios en 1.200 millones de dólares y las pérdidas de productividad en 2.200 millones de dólares, todo ello asociado a la resistencia a los antimicrobianos.

 

En el caso de las vacunas que se encuentran en las primeras etapas de desarrollo, los impactos potenciales también son significativos. Podrían evitar hasta 408.000 muertes al año y 23 millones de AVAD, ahorrando 30.000 millones de dólares en costos hospitalarios y 17.700 millones de dólares en pérdidas de productividad.

 

El nuevo informe también ofrece una serie de recomendaciones, como la incorporación de las vacunas en las estrategias mundiales y regionales para combatir la resistencia a los antimicrobianos, así como la revisión sistemática de los resultados.

 

El documento sugería que se debía acelerar la introducción de las vacunas existentes, incluida la ampliación de la cobertura de vacunación. Todas las vacunas pediátricas existentes deben alcanzar los objetivos de inmunización de la IA2030 [Agenda de Inmunización 2030], y se debe considerar el uso de vacunas en grupos de mayor edad.

 

Cada vez se presta más atención a los graves efectos sanitarios y económicos de la resistencia a los antimicrobianos. Durante la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada a finales de septiembre, una reunión de alto nivel sobre el tema concluyó con la publicación de una declaración política.

 

En el documento, los líderes mundiales se comprometieron a un conjunto de acciones y objetivos para abordar el problema, esbozando objetivos para aumentar la financiación de la investigación para nuevos medicamentos y vacunas, así como esfuerzos conjuntos para fortalecer los sistemas de salud pública.

 

Uno de los aspectos más destacados presentados fue el objetivo de asegurar 100 millones de dólares para 2030 para garantizar que al menos el 60% de los países miembros puedan financiar sus planes de combate contra la resistencia a los antimicrobianos.

 

Referencia

 

  1. Kim C, Holm M, Frost I, Hasso-Agopsowicz M, Abbas K. Carga mundial y regional de resistencia bacteriana a los antimicrobianos atribuible y asociada evitable por la vacunación: estudio de modelización. BMJ Glob Salud. julio de 2023; 8(7):E011341. doi: 10.1136/bmjgh-2022-011341. PMID: 37414432; PMCID: PMC10335446.

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