Aunque los componentes cognitivos de la terapia conductual para la vejiga hiperactiva (VH) son reconocidos, hay una falta de estudios que evalúen la efectividad de las intervenciones multicomponentes que incluyen componentes cognitivos como tratamiento para la VH.
Investigadores del Departamento de Urología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kioto en Kioto, Japón, con el objeto de examinar la eficacia de una intervención multicomponente para mejorar la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en mujeres con VH moderada a grave, llevaron adelante este estudio clínico multicéntrico, abierto y aleatorizado, llevado a cabo en Japón entre mujeres de 20 a 80 años de edad con VH de moderada a grave. Las participantes fueron reclutadas de 4 instituciones entre el 16 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2022, a través de autorreferencia o de publicidad o referencia de las instituciones participantes.¹
El estudio, publicado en JAMA Network Open mostró que una intervención que incluía terapia cognitivo-conductual mejoró la calidad de vida de las mujeres con vejiga hiperactiva (VH).¹
Un total de 79 mujeres con VH de moderada a grave fueron asignadas aleatoriamente al grupo control o a la intervención, que consistió en cuatro sesiones de 30 minutos utilizando estrategias que incluían la terapia cognitivo-conductual (TCC).
La primera y la segunda sesión proporcionaron educación sobre la VH y la TCC, modificaciones en el estilo de vida, como limitar la ingesta de café, entrenamiento de los músculos del suelo pélvico e introducción al entrenamiento de exposición.
La tercera y cuarta sesiones continuaron con la exposición y el entrenamiento de los músculos del suelo pélvico y la educación sobre la prevención de recaídas.
Los investigadores evaluaron los resultados utilizando la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), en la que los participantes respondieron preguntas sobre su grado de angustia, emociones y limitaciones físicas y sociales relacionadas con los síntomas de VH.
Las participantes que recibieron la intervención mejoraron en promedio su puntuación de CVRS en 12,6 puntos más que los del grupo de control (atención habitual) desde el inicio hasta la semana 13 (estimación de la diferencia entre grupos, 12,6 puntos; IC del 95%, 6,6-18,6 puntos; P < .001).
La edad promedio de las participantes fue de 63,5 años, y más del 87 % de las mujeres de cada grupo tenían VH moderada.
Las puntuaciones de mejoría y satisfacción informadas por los pacientes también mejoraron más en el grupo de intervención que en el grupo control. La mayoría de las participantes en ambos grupos no experimentaron cambios en la farmacoterapia durante el ensayo.
Los urólogos y otros médicos de atención primaria que tratan a mujeres con VH pueden considerar una intervención multicomponente que incluya componentes cognitivos y entrenamiento de la vejiga basado en la exposición, o podrían derivar a un terapeuta cognitivo-conductual o a un fisioterapeuta del suelo pélvico con experiencia en estas técnicas.
Las principales limitaciones del estudio fueron que el ensayo fue abierto, y se sabe que el uso de un grupo de control en lista de espera produce mayores diferencias entre los dos grupos. El ensayo incluyó a pacientes que tomaban y no tomaban medicamentos para la VH. El tamaño de la muestra también fue relativamente pequeño y la intervención fue realizada por un solo médico, lo que posiblemente limitó la generalización de los resultados.
Estos hallazgos demuestran que una intervención multicomponente mejora la CVRS en mujeres con VH moderada a grave y sugieren que el componente cognitivo puede ser una opción de tratamiento eficaz para las mujeres con VH.
Referencia
Funada S, Luo Y, Uozumi R, et al. Intervención multicomponente para la vejiga hiperactiva en mujeres: un ensayo clínico aleatorizado. JAMA Netw Open. 2024; 7(3):e241784. doi:10.1001/jamanetworkopen.2024.1784
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