Investigadores de la Saint Louis University School of Medicine, en Missouri, Estados Unidos, en un metanálisis de los 7 principales ensayos sobre resultados cardiovasculares de los agonistas del péptido 1 similar al glucagón (GLP-1) aprobado para la diabetes de tipo 2,¹
señalan que un pequeño aumento potencial del riesgo de empeoramiento de la retinopatía a 1 año con semaglutida inyectable, no contrarresta los beneficios cardiovasculares del fármaco, pero resalta la necesidad de una evaluación oftalmológica inicial antes de comenzar el tratamiento y de un seguimiento continuo de la retina.
La preocupación por el empeoramiento de la retinopatía con la clase de fármacos agonistas del péptido 1 similar al glucagón surgió por primera vez a raíz del ensayo de resultados cardiovasculares SUSTAIN-6 de semaglutida inyectable,² aunque un análisis posterior de los datos de ese ensayo pareció indicar que el problema se debe probablemente a la rápida reducción de la glucosa en pacientes ya vulnerables, más que a un efecto específico del fármaco. Esto ya se había observado anteriormente, sobre todo en el ensayo Diabetes Control and Complications.
Los resultados del metanálisis fueron publicados en Diabetes & Metabolic Syndrome: Clinical Research & Reviews.¹
Los investigadores indicaron que han demostrado que con las mejoras en la hemoglobina glucosilada (A1c) se producían correlaciones con descensos en la tasa de episodios cardiovasculares, pero aumentos en la tasa de retinopatía.
Como clase de fármacos, no encontraron una mayor tasa de retinopatía. El efecto de los agonistas del péptido 1 similar al glucagón sobre la retinopatía no parecía deberse a un efecto tóxico directo inmediato del fármaco. El empeoramiento de la tasa de retinopatía se observó con semaglutida tras un año de tratamiento y cuando se produjo un descenso de la hemoglobina glucosilada de 1%. Dado que el aumento del riesgo se observó principalmente entre los que ya tenían retinopatía al inicio del tratamiento, parecería prudente conocer el grado de retinopatía antes o planificar un seguimiento oftalmológico estrecho en torno al momento de inicio del fármaco.
Los autores evaluaron sistemáticamente a intervalos anuales a los pacientes con diabetes de tipo 2 documentada para detectar retinopatía. Observaron un empeoramiento al año de exposición al fármaco, pero no supieron el momento exacto en que se produjeron los cambios durante ese tiempo.
El prospecto de semaglutida aconseja que "se dé seguimiento a los pacientes con antecedentes de retinopatía diabética para detectar la progresión de esta", pero no menciona específicamente la evaluación inicial en el momento de comenzar a administrar el fármaco.
Los 7 ensayos del metanálisis contaron con un total de 56.004 participantes, con una prevalencia inicial de retinopatía que fluctuaba de 9% a 31%.
Para la clase de agonistas del péptido 1 similar al glucagón en general, no hubo un aumento significativo de la relative rate (RR) de retinopatía (RR: 1,09; p = 0,36), mientras que hubo reducciones significativas de la relative rates de efectos adversos cardiacos graves, muertes en general y muertes por causas cardiovasculares (p < 0,001 para todas o p = 0,001).
El aumento del riesgo de retinopatía solo se observó en el grupo asignado a semaglutida subcutánea (RR: 1,73; p = 0,02).
El número total necesario para dañar fue de 1.000 y el número necesario para tratar fue de 77. En el caso de semaglutida, esos valores fueron 77 y 43, respectivamente.
Hubo una correlación significativa entre la disminución de los principales efectos adversos cardiacos y la disminución de la hemoglobina glucosilada (p = 0,014), mientras que, en el caso de la retinopatía, el riesgo aumentó con la mejora de la hemoglobina glucosilada (p = 0,076).
Un subanálisis separado de 11 estudios de semaglutida en los que participaron 11.894 pacientes, de los cuales seis estudios (n = 5.610) eran de semaglutida oral y cinco, de semaglutida subcutánea (n = 6.284). En el subanálisis, hubo un aumento global de las tasas relativas de retinopatía nueva o que empeoraba (RR: 1,218; p = 0,049). El cambio en la tasa relativa de retinopatía fue predominante en el caso de la semaglutida subcutánea administrada durante más de un año (RR: 1,559; p = 0,022) y los descensos de hemoglobina glucosilada superiores a 1,0% (RR: 1,590; p = 0,016). No se observaron tales diferencias con semaglutida oral.
Una evaluación adicional de los datos sin el ensayo SUSTAIN 6, no mostró ningún efecto sobre la retinopatía, pero el análisis carecía de potencia.
Los investigadores no encontraron un efecto tóxico inmediato de ningún fármaco. Sin embargo, no descartaron que hubiera un efecto acumulativo de la dosis durante periodos más largos.
Referencias
1. Albert SG, Wood EM, Ahir V. Glucagon-like peptide 1-receptor agonists and A1c: Good for the heart but less so for the eyes? Diabetes Metab Syndr. 28 Dic 2022;17(1):102696. doi: 10.1016/j.dsx.2022.102696. PMID: 36596264. Fuente
2. Marso SP, Bain SC, Consoli A, Eliaschewitz FG, y cols. Semaglutide and Cardiovascular Outcomes in Patients with Type 2 Diabetes. N Engl J Med. DOI: 10.1056/NEJMoa1607141. Publicado en versión electrónica el 16 de septiembre de 2016. Artículo
Comments