Los primeros informes detallados de ictus de grandes vasos que se cree que fue causado por la reacción de trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida después de la vacuna de Oxford/AstraZeneca, se describen en una carta publicada en versión electrónica en mayo en el Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry.
Estos primeros casos de ictus por oclusión arterial de grandes vasos relacionados con la vacuna contra la COVID-19 de University of Oxford/AstraZeneca¹ han sido descritos en El Reino Unido.
Los tres casos (uno de los cuales fue fatal) ocurrieron en dos mujeres y un hombre de entre 30 y 40 años, e involucraron bloqueos de la arteria carótida y cerebral media. Dos de los tres pacientes también tenían trombosis venosa que afectaba los sistemas venosos portal y cerebral, tenían recuentos de plaquetas extremadamente bajos, anticuerpos confirmados contra el factor 4 de plaquetas y niveles elevados de dímero D, todos característicos de la reacción de trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna asociada con la vacuna de Oxford/AstraZeneca.
La trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna se ha presentado más comúnmente como trombosis del seno venoso cerebral que es un ictus causado por una trombosis venosa; estos casos muestran que también puede causar ictus por trombosis arterial.
En los pacientes que presentan un ictus isquémico, especialmente los pacientes más jóvenes, que han recibido la vacuna de Oxford/AstraZeneca en el último mes, los médicos deben considerar la trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna como una posible causa, ya que se necesita un tratamiento específico para este síndrome, indicaron los investigadores.
Los pacientes jóvenes que presentan un ictus isquémico después de recibir la vacuna de Oxford/AstraZeneca deben ser evaluados urgentemente para trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna con pruebas de laboratorio, que incluyan recuento de plaquetas, dímero D, fibrinógeno y anticuerpos anti-PF4, deben ser manejados por un equipo multidisciplinario que incluya hematología, neurología, neurocirugía, neurorradiología, para un acceso rápido a tratamientos que incluyen inmunoglobulina intravenosa, metilprednisolona, plasmaféresis y anticoagulantes sin heparina como fondaparinux, argatrobán o anticoagulantes orales directos, añadieron los autores.
Sin embargo, los investigadores afirman que estos informes no agregan nada al riesgo-beneficio general de la vacuna, ya que solo describen tres casos.
Si bien la trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna es muy grave, el beneficio de la vacuna aún supera sus riesgos.
Alrededor de 40% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 experimentan algún tipo de trombosis y alrededor de 1,5% tienen un ictus isquémico. Mientras que las últimas cifras del Reino Unido estiman la incidencia de trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna de Oxford/AstraZeneca de 1 en 50.000 a 1 en 100.000.
En el primer caso de la serie actual la paciente, de unos 30 años, experimentó un dolor de cabeza intermitente en el lado derecho y alrededor de los ojos 6 días después de la vacunación. Cinco días después se despertó somnolienta y con debilidad en la cara, el brazo y la pierna izquierdos.
Las imágenes revelaron una arteria cerebral media derecha bloqueada con infarto cerebral y coágulos en la vena porta derecha. Se sometió a una cirugía cerebral para reducir la presión en el cráneo, extracción y reemplazo de plasma, y recibió el anticoagulante, fondaparinux, pero lamentablemente falleció.
En el segundo caso la paciente, de unos 30 años, presentó dolor de cabeza, confusión, debilidad en el brazo izquierdo y pérdida de visión del lado izquierdo 12 días después de haber recibido la vacuna. Las imágenes mostraron oclusión de ambas arterias carótidas, así como embolia pulmonar y trombosis del seno venoso cerebral izquierdo. Su recuento de plaquetas aumentó después de la extracción y el reemplazo de plasma y corticoesteroides intravenosos, y su condición mejoró después del tratamiento con fondaparinux.
El tercer caso, un paciente de unos 40 años presentó problemas para hablar 3 semanas después de recibir su vacuna. Las imágenes mostraron un trombo en la arteria cerebral media izquierda, pero no había evidencia de trombos en los senos venosos cerebrales. Recibió una transfusión de plaquetas, plasma y fondaparinux, y permanece estable.
En un comentario relacionado, expertos de la University of Cambridge, en Cambridge, Reino Unido,² indicaron que este informe enfatiza que la coagulopatía inmunomediada también puede causar trombosis arterial, incluido ictus isquémico, aunque la trombosis venosa y especialmente la trombosis del seno venoso cerebral parece ser más frecuente.
Durante el periodo actual de vacunación contra la COVID-19 se requiere un alto índice de sospecha para identificar los episodios trombóticos posteriores a la vacunación. Sin embargo, es importante recordar que estos efectos secundarios son raros y mucho menos comunes que la trombosis venosa cerebral y el ictus isquémico asociados con la infección por SARS-CoV-2 en sí.
El surgimiento de detalles como los descritos por esta investigación, ayudará a guiar a los profesionales de la salud que puedan enfrentarse a casos similares en el futuro; cuanto antes se reconozcan estos casos, más posibilidades de que reciban rápidamente el tipo de tratamiento adecuado, lo que con suerte conducirá a mejores resultados, concluyeron los investigadores.
Muchos países han detenido el uso de la vacuna de Oxford/AstraZeneca debido a su vínculo con la trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna o han restringido su uso a personas mayores, ya que la reacción parece ser un poco más común en personas más jóvenes.
Referencias
1. Al-Mayhani T, Saber S, Stubbs M, Losseff NA, y cols. Ischaemic stroke as a presenting feature of ChAdOx1 nCoV-19 vaccine-induced immune thrombotic thrombocytopaenia. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 5 May 2021;jnnp-2021-326984. doi: 10.1136/jnnp-2021-326984. PMID: 34035134. Fuente
2. Markus HS. Ischaemic stroke can follow COVID-19 vaccination but is much more common with COVID-19 infection itself. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 25 May 2021;jnnp-2021-327057. doi: 10.1136/jnnp-2021-327057. PMID: 34035133. Fuente
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