La restricción energética intermitente (IER, por sus siglas en inglés) es una estrategia eficaz para perder peso. Sin embargo, se sabe poco sobre los efectos dinámicos de la IER en el eje cerebro-intestino-microbioma.
Investigadores del Hospital Popular Provincial de Henan, del Hospital Popular de la Universidad de Zhengzhou, del Hospital Popular de la Universidad de Henan, de Zhengzhou (China) realizaron una investigación cuyos resultados sugieren que en las personas con obesidad, la pérdida de peso por restricción energética intermitente IER, tiene múltiples efectos dinámicos en el eje cerebro-intestino-microbioma (BGM, por sus siglas en inglés), incluyendo una reducción de la actividad en las regiones del cerebro que afectan el comportamiento alimentario y un aumento de la diversidad microbiana en el intestino, a corto plazo.
Los investigadores estudiaron a 25 individuos con obesidad en China que perdieron peso con éxito durante una intervención de IER de tres fases. En la primera fase, los participantes siguieron una dieta normal sin restricciones durante 4 días. En el segundo, seguían una dieta estrictamente controlada de comidas IER clínicamente formuladas cada dos días que disminuía gradualmente su valor calórico a una cuarta parte de su ingesta básica de energía durante 32 días. La última fase fue un período de ayuno de 30 días de bajo control.
Recogieron muestras de sangre y heces al inicio del estudio, en el punto medio y final de la fase de ayuno estrictamente controlado, y en el punto final de la fase de ayuno bajo controlado.
Se utilizó resonancia magnética funcional para determinar la actividad de regiones cerebrales específicas, y se realizó una secuenciación metagenómica para identificar microbios intestinales diferencialmente abundantes y vías a partir de muestras de heces.
Los pacientes perdieron peso (7,6 kg en promedio) y mostraron reducciones sostenidas y significativas en varias medidas, incluido el índice de masa corporal, la grasa corporal, la presión arterial sistólica y los niveles séricos de hemoglobina glicosilada durante la IER. La presión arterial diastólica, los niveles séricos de glucosa plasmática en ayunas, el colesterol total, varios lípidos y los niveles de varias enzimas hepáticas clave, disminuyeron significativamente en al menos un momento durante la IER.
La IER redujo la actividad de las regiones cerebrales relacionadas con la obesidad (es decir, la circunvolución orbitaria frontal inferior en el circuito de control cognitivo, el putamen en el circuito de emociones y aprendizaje, y la corteza cingulada anterior en el circuito sensorial) en diferentes momentos durante la intervención. No se observaron cambios significativos en la actividad cerebral en el circuito de recompensa.
La diversidad microbiana intestinal aumentó durante la fase de ayuno estrictamente controlada. La abundancia de los probióticos Faecalibacterium prausnitzii, Parabacteroides distasonis y Bacterokles uniformis fue elevada durante esta fase. La abundancia de Escherichia coli patógena se redujo en varios puntos temporales. Un análisis de correlación reveló correlaciones longitudinales entre las alteraciones de la abundancia de bacterias intestinales y los cambios en la actividad cerebral.
En general, hubo una alteración dinámica del eje BGM durante la pérdida de peso con IER, aunque aún se desconoce si los cambios en el microbioma intestinal impulsan cambios en el cerebro, o viceversa.
La IER indujo reducciones constantes y significativas en la actividad de las regiones cerebrales relacionadas con el comportamiento alimentario y cambios significativos y dinámicos en la abundancia de algunas bacterias intestinales. Es importante destacar que las alteraciones de la microbiota intestinal se correlacionaron con cambios en la actividad cerebral en diferentes momentos de la intervención en la IER. Estos datos sugieren que la interacción dinámica entre el cerebro y la microbiota intestinal desempeña un papel importante en la pérdida de peso.
El estudio dirigido por el Dr. Jing Zhou, se publicó en línea el 30 de diciembre de 2023 en Frontiers in Cellular and Infection Microbiology.
El estudio examina los cambios en el eje de la glucosa en la sangre durante la pérdida de peso solo a corto plazo y no establece una causalidad. Se necesita un seguimiento más prolongado para establecer los cambios en el eje de la glucosa en la sangre que pueden influir en la pérdida de peso a largo plazo.
Referencia
Jing Zhou. Xiaoling Wu, Tianyuan Xiang, Fei Liu, Hui Gao, Li Tong, Bin Yan, Zhonglin Li, Chi Zhang, Linyuan Wang, Lei Ou, et al. Alteraciones dinámicas de la función cerebral y el microbioma intestinal en la pérdida de peso. Frontiers. 2023; 13. https://doi.org/10.3389/fcimb.2023.1269548
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