Después de más de una década de controversia sobre las pruebas de PSA, en la actualidad han surgido investigaciones que apuntan a nuevos enfoques para la estratificación del riesgo de cáncer de próstata.
Dos pruebas no invasivas, una evaluación de los niveles de espermina en la orina y una prueba de sangre que combina el PSA libre y total y la isoforma (-2) pro-PSA (p2PSA), son mucho más seguras que la biopsia de próstata históricamente riesgosa y lo que ahora se considera que ha sido Cirugía innecesaria, según datos presentados en el Congreso virtual 2020 de la Asociación Europea de Urología (EAU).
Según Peter Ka-Fung Chiu, MD, de la Universidad de Hong Kong, la Prueba de espermina en orina, es más precisa que el PSA, es una prueba altamente predictiva. Los niveles normales de espermina están inversamente asociados con el cáncer de próstata (CaP) y cáncer de próstata de alto grado (HGPCa).
Los cristales de fosfato de espermina fueron descritos por primera vez en 1678, en el semen del ser humano por Anton van Leeuwenhoek. La estructura correcta de la espermina fue establecida en 1926. A 25 ºC la espermina se encuentra en fase sólida formando cristales de color blanquecino. Por encima de 29 ºC, es un líquido cuyo punto de ebullición es de 150 ºC. Está documentado que este compuesto es el que contribuye de forma principal al característico olor de la esperma.
Para investigar el valor predictivo de la espermina para cualquier CaP o HGPCa (Gleason 7 o superior), los investigadores reclutaron a 556 hombres de dos centros y recolectaron 30 ml de orina antes de la biopsia de próstata. Analizaron datos de 390 hombres y utilizaron análisis de curvas de decisión para CaP y HGPCa. La puntuación de espermina multivariante, que tiene en cuenta la edad, el volumen de la próstata, el nivel de PSA y el nivel de espermina, proporcionó un beneficio clínico neto sobre el PSA solo y sobre la puntuación de espermina sola.
Con una sensibilidad del 90%, esta puntuación de riesgo en realidad tenía un valor predictivo negativo del 96,7% y evitaba alrededor del 50% de biopsias innecesarias, esta prueba predice bien el cáncer de próstata y el cáncer de próstata de alto grado, sin la necesidad de un masaje prostático previo, lo que ofrece un rendimiento predictivo mejorado, concluyeron los investigadores
PHI reduce la necesidad de exámenes de resonancia magnética
La otra prueba, el biomarcador de cáncer de próstata PHI, es tan predictiva como la resonancia magnética multiparamétrica (mp), con y sin puntuación de PSA.
Según datos del estudio multicéntrico PRIM (PHI to Refine MRI) publicado recientemente en BMC Medicine y presentado en EAU, las puntuaciones de PHI de 554 hombres de cinco centros añadidas a la densidad de PSA o mpMRI, mejoraron la predicción del riesgo de cánceres ≥GG2 a más de 0,81 y para cánceres ≥CPG3 a más de 0,85, Con un corte de PHI de 30, las derivaciones de mpMRI podrían reducirse en un 25% y las biopsias innecesarias podrían reducirse en un 40%. PHI pierde el 8% de los cánceres ≥GG2 mientras que mpMRI pierde el 9%, informó el grupo PRIM. La estrategia PHI reduce mpMRI y el número de biopsias, sin comprometer la detección de cánceres de próstata importantes y también reduce los costos.
Gerald Andriole, MD, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri indicó al respecto que, en lugar de evaluar a todos, estamos adaptando al riesgo quién necesita ser examinado, identificando la población correcta, optando por la resonancia magnética como una alternativa a la biopsia invasiva y realizando pruebas secundarias para observar los biomarcadores.
Referencia
Congreso de la Asociación Europea de Urología (EAU) 2020: Resúmenes 306 y 303. Presentado el 17 de julio de 2020.
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