La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y una carta abierta firmada por 80 investigadores enviada a The Lancet,¹ coincidieron en que proponer la inmunidad de grupo, colectiva o gregaria, como una manera de contener la pandemia de COVID-19 no tiene fundamentos científicos y podría causar un número "inaceptable" de muertes prevenibles.
El Dr. Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, explicó durante una rueda de prensa, que la inmunidad de grupo con la infección natural por una enfermedad nunca se ha usado en salud pública, porque el número de personas que van a morir va a ser mucho mayor que el número que se puede tener con distanciamiento social y otras medidas de prevención. No es una estrategia, es una tragedia, porque va a producir miles de defunciones que podrían ser evitadas. Es inaceptable desde el punto de vista técnico y ético, expresó.
El Dr. Barbosa añadió que el concepto de inmunidad de grupo se usa en general para vacunas y que aún se ignora cuál es la proporción de personas que deberían haber estado expuestas al virus para tener inmunidad colectiva.
La carta abierta en The Lancet, bautizada por sus autores como "John Snow Memorandum" (en alusión al médico de York que se conoce como el padre de la epidemiología moderna), afirma que dejar que se infecte la población de bajo riesgo mientras se protege a los más vulnerables, "es una falacia peligrosa que no se apoya en evidencia científica".
80 investigadores de 14 países con experiencia en campos como la salud pública, la epidemiología, la pediatría, la virología, la infectologia, la psicología y los modelados matemáticos, que firmaron la carta a Lancet, indican que la transmisión incontrolada en las personas más jóvenes aumenta el riesgo de morbilidad y mortalidad en toda la población, además del costo humano, esto impactaría en la fuerza laboral y excedería la capacidad de los sistemas de salud de proveer una atención oportuna y de rutina.
La carta fue presentada en el 16th World Congress on Public Health, que se celebró de manera virtual del 12 y el 16 de octubre.
Los autores del manifiesto también subrayaron que no hay evidencia de una inmunidad protectora duradera después de la infección por SARS-CoV-2 y que la transmisión endémica resultante de la pérdida de inmunidad podría presentar un riesgo para las poblaciones vulnerables en un futuro indefinido.
Indicaron además que esa estrategia no terminaría con la pandemia de COVID-19, sino que resultaría en epidemias recurrentes, como fue el caso de numerosas enfermedades infecciosas antes del advenimiento de las vacunas. Y supondría una carga inaceptable sobre la economía y los trabajadores de salud, muchos de los cuales han muerto por COVID-19 o experimentaron traumas como resultado de practicar medicina de desastre.
Los investigadores señalaron también que definir qué población es vulnerable es "complejo"; que el aislamiento prolongado de amplios grupos es "prácticamente imposible y altamente inmoral", y que el enfoque podría exacerbar las inequidades socioeconómicas y las discriminaciones estructurales. Japón, Vietnam y Nueva Zelanda, por nombrar unos pocos países, han mostrado que una respuesta robusta de salud pública [incluyendo restricciones de movimientos y actividades, testeos y rastreo de contactos] puede controlar la transmisión, permitiendo que la vida vuelva casi a la normalidad.
La evidencia es muy clara: controlar la diseminación comunitaria de COVID-19 es la mejor manera de proteger a nuestras sociedades y economías hasta que vacunas y terapias seguras y efectivas lleguen en los próximos meses. No podemos permitirnos distracciones que socaven una respuesta efectiva; es esencial que actuemos de manera urgente basados en la evidencia, concluyeron los investigadores.
Las afirmaciones se producen después de que un grupo de expertos publicara la llamada Great Barrington Declaration, en la que reivindicaban la inmunidad de grupo mediante una estrategia de "protección focalizada", aunque luego se reveló que la identidad de varios de los firmantes era falsa.
"La inmunidad de grupo se consigue protegiendo a la gente de un virus, no exponiéndolo a él", indicó el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Referencias
1. Alwan NA, Burgess RA, Ashworth S, Beale R, y cols. Scientific consensus on the COVID-19 pandemic: we need to act now. Lancet. 14 Oct 2020. doi: 10.1016/S01040-6736(20)32153-X. Fuente
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