Investigadores que forman parte del University Medical Center Groningen, en Países Bajos y la Universidad de Carabobo en Venezuela, estiman que hubo 1 millón de nuevas infecciones de malaria en Venezuela durante el año 2018.1 Estos datos fueron presentados en el European Congress of Clinical Microbiology and Infectious Diseases (ECCMID) de 2019, realizado en Ámsterdam, Países Bajos.²
El estudio denominado "La crisis humanitaria de Venezuela, el resurgimiento de las enfermedades transmitidas por vectores y las implicaciones para la propagación en la región" publicado en The Lancet Infectious Diseases,² concluye que Venezuela sufre la epidemia de malaria que tiene el aumento más rápido y de más casos en todo el mundo,
La cifra de 1’000.000 de casos en Venezuela es una estimación de los expertos, ya que el gobierno silenció las estadísticas epidemiológicas durante 2018. Extraoficialmente, hasta la semana 44 de 2018, se habían registrado más de 492.000 mil casos nuevos de malaria en el país.² Los científicos estiman que el número de casos nuevos en 2018 estaría entre 600.000 y 1’000.000, debido al subregistro que existe, a las recaídas no contabilizadas de casos de Plasmodium vivax —el parásito que más malaria produce, aproximadamente 80% de la casuística— y el nivel de la epidemia a nivel nacional. Los datos para realizar estos pronósticos se obtuvieron de estadísticas oficiales del Ministerio de Sanidad Venezolano y de la Organización Panamericana de la Salud, así como de fuentes no oficiales.³
En el informe de la Organización Mundial de la Salud de 2018, Venezuela aparece como el país que aporta más casos en la región de las Américas (53% o 57% si se toman las cifras oficiales aportadas o las estimadas por la Organización Panamericana de la Salud).
En el informe de la Organización Mundial de la Salud de 2018, Venezuela aparece como el país que aporta más casos en la región de las Américas (53% o 57% si se toman las cifras oficiales aportadas o las estimadas por la Organización Panamericana de la Salud). Ocupa el noveno puesto de 16 países en el mundo que mostraron durante 2017 un aumento significativo de malaria, junto a Nigeria, República Democrática del Congo y Mali, entre otros.
Según los investigadores, el objetivo de esta investigación es denunciar lo que ocurre en Venezuela. El programa de vigilancia, diagnóstico y control de malaria se ha ido desmantelando poco a poco desde 2012, producto de la crisis política y económica que sufre el país, y que se ha agudizado desde esa época. De allí que, al no haber vigilancia ni control (falta de diagnóstico y tratamiento, ausencia total de programas de control vectorial), la epidemia se ha magnificado de manera descontrolada.²
De acuerdo con los investigadores, la minería ilegal de oro al sur de Venezuela, hace que esta sea la principal región geográfica generadora de casos. Esta actividad se ha intensificado por la misma crisis que vive el país, atrayendo población de otras regiones, que trabaja temporalmente en las minas y luego lleva la infección a otras zonas. De esta manera, la malaria se ha restablecido en zonas donde previamente había sido controlada o eliminada. Actualmente, Venezuela registra transmisión local en casi todo su territorio.⁴
El experto mexicano Dr. Esteban González Díaz, califica a la situación como una tragedia humanitaria, los migrantes forzados reflejan lo mal que está la salud en Venezuela, "Cuando ya no se tiene control de la situación, como los casos que se reportan en países como Ecuador o Perú, de personas que salen de Venezuela, se evidencia que ya no se cuenta con lo necesario para mantener los niveles adecuados de atención para la población"
Según registros migratorios, 7 países en Latinoamérica han presentado casos de malaria, producto de la migración masiva de venezolanos que se da en la región.
Desde 2017 se han desplazado aproximadamente 3,5 millones de venezolanos por Suramérica, y se estima que para fines de 2019 serían más de 5 millones. Esta es la crisis migratoria más significativa de la historia de Latinoamérica, por lo que el riesgo de dispersión de casos de malaria a todos los países es muy alto y en los países tradicionalmente endémicos para malaria y fronterizos a Venezuela, como Brasil y Colombia, esta situación aumenta su casuística debido a los casos importados.²
De acuerdo con los autores de la investigación, una respuesta ante esta emergencia es la entrada de la ayuda internacional, que en coordinación con organizaciones venezolanas pueda actuar bajo los protocolos sanitarios para estos casos.
Referencias
1. Grillet ME, Hernández-Villena JV, Llewellyn MS, Paniz-Mondolfi AE, y cols. Venezuela’s humanitarian crisis, resurgence of vector-borne diseases, and implications for spillover in the región. Lancet Infect Dis. 21 Feb 2019. pii: S1473-3099(18)30757-6. doi: 10.1016/S1473-3099(18)30757-6. PMID: 30799251. Fuente
2. Tami A, Grillet ME, Paniz-Mondolf A, Oletta J, y cols. Abstract 4243: Unprecedented malaria epidemic in Venezuela in times of complex humanitarian health crisis: a regional menace. European Congress of Clinical Microbiology and Infectious Diseases. Presentado el 16 de abril de 2019; Ámsterdam, Países Bajos
3. Alianza Venezolana por la Salud. Defendamos el derecho a la salud en Venezuela. Consultado en versión electrónica. Fuente
4. Grillet ME, Villegas L, Oletta JF, Tami A, y col. Malaria in Venezuela requires response. Science. 2 Feb 2018;359(6375):528. doi: 10.1126/science.aar5440. PMID: 29420282. Fuente
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