El 17 de octubre se celebra el Día Mundial Contra el Dolor. El 2024 está dedicado a los Sesgos de Sexo y Género en el Dolor.
Los objetivos para el Año Mundial 2024 son:
Destacar la importancia de los sesgos de sexo y género en el dolor y la atención al dolor
Comunicar lo que sabemos actualmente sobre los sesgos de sexo y género, destacando las formas en que se produce la variación en el dolor, así como las razones biológicas, psicológicas y socioculturales para ello
Reflexionar sobre los desafíos que un enfoque de sexo y género pone de relieve, en la forma en que entendemos y tratamos el dolor, así como los enfoques que debemos adoptar para superar estos desafíos.
A pesar de la evidencia de diferencias relacionadas con el sexo en la percepción y modulación del dolor en humanos y mamíferos no humanos, muchos estudios preclínicos aún no abordan el sexo como una variable. Se dedican aún menos estudios a las diferencias de género en el dolor, especialmente a medida que la clasificación de la identidad de género se vuelve más compleja y fluida.
La Asociación Internacional del Dolor (IASP) define el dolor como "una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión tisular real o potencial".¹
La idea de que el tratamiento del dolor es un derecho humano ha sido ampliamente aceptada desde hace mucho tiempo. En 2004 se consideró lo suficientemente importante como para ser declarado que "el alivio del dolor debe ser un derecho humano" durante el lanzamiento de la primera Campaña Global Contra el Dolor en Ginebra por la IASP, la Federación europea de Capítulos del IASP (EFIC), y la Organización Mundial de la Salud (OMS).²
El dolor es la causa principal para buscar asistencia médica,¹ generalmente, la primera estrategia para tratar el dolor por la mayoría de los pacientes consiste en utilizar tratamientos naturales, incluyendo remedios a base de hierbas y automedicación, además de analgésicos básicos. La auto prescripción y las sugerencias de personas conocidas (amigos o familiares), pueden funcionar para el malestar simple y básico, pero si el malestar es intenso o constante los pacientes deben de acudir al hospital.²
Las respuestas psicológicas, hemodinámicas, metabólicas y neuroendocrinas que se desencadenan debido a una gestión deficiente del dolor pueden resultar en un incremento de la morbilidad y, en casos extremos, en la muerte. El sufrimiento puede causar inquietud, falta de sueño, confusión, excitación y alucinaciones. Puede ser responsable de estados depresivos.
La condición hiperadrenérgica, causada por el dolor, puede llevar a ataques cardíacos, reducir la función intestinal y disminuir el sistema inmunológico; no tratar el dolor puede ser la causa de un incremento en las complicaciones pulmonares y las infecciones postquirúrgicas.³
La IASP indica que a nivel mundial una de cada cinco personas padece dolor. En Estados Unidos, 50 millones experimentan dolor crónico a diario, de ellas 19.6 millones ven limitada su vida o actividades de trabajo a causa del padecimiento. En México, aproximadamente 40 millones de personas viven con dolor, lo que representa el 27% de la población,⁴ con mayor prevalencia a mayor edad, varios estudios indican que la prevalencia de la enfermedad en individuos mayores de 65 años varía entre el 25% y el 88%, lo que representa aproximadamente el doble que en personas más jóvenes.⁵
Este 2024 fue decretado por la IASP como el “Año mundial sobre las disparidades de género y sexo en el dolor”, a pesar de la evidencia sobre las diferencias en la percepción y modulación del dolor relacionadas con el sexo en humanos, muchos estudios preclínicos aún no consideran el sexo como una variable. Menos investigaciones se dedican a las diferencias de género en el dolor, sobre todo a medida que la caracterización de la identidad de género se torna más complicada y cambiante.
Durante 2024, la IASP invita a reflexionar sobre los desafíos que plantea un enfoque de sexo y género en la forma en que entendemos y gestionamos el dolor, así como los enfoques que debemos adoptar para superar estos desafíos.⁶
Referencias
Oncología (Barc.) vol.28 no.3 mar. 2005, Tipos de dolor y escala terapéutica de la O.M.S. Dolor iatrogénico; Disponible en:https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0378-48352005000300006
Asociación Internacional del Dolor, Guía para el manejo del dolor en entornos de bajos recursos; Disponible en:https://www.iasp-pain.org/publications/free-ebooks/guide-to-pain-management-in-low-resource-settings/
Med. Intensiva vol.30 no.8 nov. 2006, Monitorización del dolor. Recomendaciones del grupo de trabajo de analgesia y sedación de la SEMICYUC; Disponible en:https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0210-56912006000800004
Boletín UNAM-DGCS-793, 27 por ciento de la población en México vive con dolor; Disponible en:https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2023_793.html#:~:text=27%20por%20ciento%20de%20la%20poblaci%C3%B3n%20en%20M%C3%A9xico%20vive%20con%20dolor
Salud Pública de México, Dolor en adultos mayores de 50 años: prevalencia y factores asociados; Disponible en:https://www.saludpublica.mx/index.php/spm/article/view/4789
Asociación Internacional del Dolor, Año mundial sobre las disparidades de género y sexo en el dolor; Disponible en:https://www.iasp-pain.org/advocacy/global-year/sex-and-gender-disparities-in-pain/