Identificar un biomarcador efectivo para el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson (EP) podría tener profundas implicaciones para la forma en que se presenta la afección, lo que podría hacer posible diagnosticar a las personas antes, identificar los mejores tratamientos para diferentes subconjuntos de pacientes y acelerar los ensayos clínicos.¹
Investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania. Filadelfia, llevaron adelante un ensayo de amplificación de semillas de alfa-sinucleína (αSyn-SAA) que identifica con precisión a las personas con EP, así como a las que están en riesgo de EP y aquellas con síntomas tempranos y prodrómicos, y proporciona información sobre subtipos moleculares. Los científicos señalan que la técnica αSyn-SAA es altamente precisa para detectar el biomarcador de la EP independientemente de las características clínicas, lo que hace posible diagnosticar con precisión la enfermedad en pacientes en etapas tempranas.¹
El estudio aparece en la edición en línea de abril de la revista Lancet Neurology.¹
"Nueva era" en el Parkinson
Los investigadores evaluaron la utilidad de αSyn-SAA en un análisis transversal de 1123 participantes en la cohorte de la Iniciativa de Marcadores de Progresión de Parkinson (PPMI) de 33 prácticas académicas de neurología ambulatoria participantes en 12 países.
La cohorte incluyó individuos con EP esporádica de variantes LRRK2 o GBA, controles sanos, individuos con síndromes clínicos prodrómicos a EP (trastorno del comportamiento del sueño por movimiento ocular rápido [RBD] o hiposmia) y portadores no manifestantes de las variantes LRRK2 y GBA. Las muestras de líquido cefalorraquídeo (LCR) de cada participante se analizaron utilizando αSyn-SAA.
En general, la EP αSyn-SAA diferenció la DP de los controles sanos con una sensibilidad del 87,7% y una especificidad del 96,3%.
La sensibilidad del ensayo varió entre los subgrupos en función de las características genéticas y clínicas.
Entre los subgrupos de EP genética, la sensibilidad fue más alta para GBA PD (95,9%), seguida de EP esporádica (93,3%) y más baja para LRRK2 PD (67,5%).
Entre las características clínicas, la hiposmia fue el predictor más robusto de un resultado positivo del ensayo.
Entre todos los casos de EP con hiposmia, la sensibilidad del ensayo fue del 97,2%, en comparación con el 63,0% para la EP sin disfunción olfativa.
Combinando características genéticas y clínicas, la sensibilidad de αSyn-SAA positiva en la EP esporádica con déficit olfativo fue del 98,6%, en comparación con el 78,3% en la EP esporádica sin hiposmia.
La mayoría de los participantes prodrómicos (86%) con RBD e hiposmia tuvieron resultados positivos de αSyn-SAA, lo que indica que tenían agregados de α-sinucleína a pesar de no haber sido diagnosticados con EP.
Entre los reclutados en función de su pérdida del olfato, el 89% (16 de 18 participantes) tuvieron resultados positivos de αSyn-SAA. Del mismo modo, en aquellos con RBD, los resultados positivos de αSyn-SAA estuvieron presentes en el 85% de los casos (28 de 33).
Ninguna otra característica clínica se asoció con un resultado positivo de αSyn-SAA.
En los participantes que portaban variantes de LRRK2 o GBA, pero no tenían diagnóstico de EP o síntomas prodrómicos (portadores no manifestantes), el 9% (14 de 159) y el 7% (11 de 151), respectivamente, tuvieron resultados positivos de αSyn-SAA.
Los investigadores señalan que este es el análisis más grande de α-Syn-SAA para el diagnóstico bioquímico de la EP. Los resultados muestran que el ensayo clasifica a las personas con EP con alta sensibilidad y especificidad, proporciona información sobre la heterogeneidad molecular y detecta individuos prodrómicos antes del diagnóstico.
Estos hallazgos sugieren un papel crucial para el SAA de α-sinucleína en el desarrollo terapéutico, tanto para identificar subgrupos patológicamente definidos de personas con enfermedad de Parkinson como para establecer cohortes de riesgo definidas por biomarcadores.
Los autores de un editorial adjunto señalan que el estudio sienta las bases para un diagnóstico biológico de la EP. Se Ha entrado en una nueva era de desarrollo de biomarcadores y tratamientos para la enfermedad de Parkinson. La posibilidad de detectar una α-sinucleína mal plegada, el sello patológico de la enfermedad de Parkinson, mediante el empleo de una SSA, es un desarrollo seminal. Sin embargo, para aprovechar al máximo el enorme potencial de la amplificación de semillas de α-sinucleína, la prueba tendría que realizarse en sangre en lugar del LCR, un enfoque menos invasivo que ha demostrado ser viable.²
Aunque el método basado en la sangre necesita ser elaborado más para la escalabilidad, α-sinucleína SAA es un cambio de juego en el diagnóstico, la investigación y los ensayos de tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
Referencias
Andrew Siderowf, Luis Concha-Marambio, David-Erick Lafontant, Carly M Farris, Yihua Ma, Paula A Urenia, et al. Evaluación de la heterogeneidad entre los participantes en la cohorte de la Iniciativa de Marcadores de Progresión de Parkinson utilizando amplificación de semillas de α-sinucleína: un estudio transversal. The Lancet neurol, mayo 2023: 22 (5), 407-417. DOI:https://doi.org/10.1016/S1474-4422(23)00109-6.
Daniela Berg, Christine Klein. Editorial: Amplificación de semillas de α-sinucleína y sus usos en la enfermedad de Parkinson. The Lancet neurol, mayo 2023: 22 (5), 369-371. DOI:https://doi.org/10.1016/S1474-4422(23)00124-2
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