Una investigación realizada en la Universidad de Guelph (Canadá), Departamento de Ciencias Biomédicas, ha descubierto un fármaco que podría eliminar el daño que produce un infarto y prevenir la insuficiencia cardíaca.
El fármaco es un hidrogel que sirve para reparar el corazón y que según los investigadores, es seguro para inyectarse en humanos.
El infarto, causa principal de muerte en todo el mundo, desencadena respuestas inflamatorias que hacen que se forme una cicatriz en el corazón. Con el tiempo, ese daño conduce a una insuficiencia cardíaca incurable. Según el estudio, que se publica en «Nature Communications Biology», el compuesto, administrado a las pocas horas de un infarto, evitaría cicatrices. También eliminaría la necesidad de que los pacientes tomen medicamentos para el resto de sus vidas.
La investigación abre la puerta al uso de terapias de ‘medicina circadiana’ para tratar y curar los ataques cardíacos después de que ocurran. El ‘reloj’ circadiano se encuentra en prácticamente todas las células del organismo. Consiste en genes y proteínas que interactúan durante ciclos diurnos y nocturnos de 24 horas para regular funciones clave como la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
El medicamento interrumpe la expresión de genes que desencadenan respuestas inmunes adversas después de un ataque cardíaco. En el corazón, ese mecanismo de reloj controla la fisiología cardiovascular saludable y la forma en que el corazón responde al daño y se repara.
Los investigadores utilizaron un medicamento llamado SR9009, que se dirige a un componente clave del mecanismo del reloj celular. El medicamento interrumpe la expresión de genes que desencadenan respuestas inmunes adversas después de un ataque cardíaco.
En experimentos con ratones, el tratamiento redujo la producción de un sensor celular, llamado inflamasoma NLRP3, que contribuye a la cicatrización. Los investigadores mostraron, por primera vez, que administrar este tratamiento después de un ataque cardíaco junto con una terapia convencional como la re perfusión condujo a una menor inflamación y una mejor reparación cardíaca. Eso permitió la curación casi como si no hubiera ocurrido un ataque al corazón. Sin cicatriz, sin daño cardíaco, sin insuficiencia cardíaca, las personas pueden sobrevivir a los ataques cardíacos porque el corazón no se dañará, afirman los investigadores.
En los modelos de ratón utilizados se comprobó lo rápido que funcionó y lo efectivo que fue a la hora de curar el infarto y prevenir la insuficiencia cardíaca.
El descubrimiento podría ayudar, en el futuro, a otras terapias cardíacas que impliquen una respuesta inflamatoria adversa temprana, como el trasplante de órganos o el reemplazo valvular.
Financiado por los Institutos Canadienses de Investigación en Salud, este estudio es parte del trabajo pionero del laboratorio del Hospital de Guelph en medicina circadiana. Al estudiar cómo las interrupciones en los ritmos del reloj corporal provocan enfermedades cardíacas, los investigadores pretenden manipular la biología circadiana con terapias genéticas, ambientales o farmacológicas. Lo que estamos descubriendo es que el mecanismo del reloj circadiano es importante no solo para la salud del corazón, sino también para curar las enfermedades del corazón, la medicina circadiana es un nuevo campo prometedor que conducirá a vidas más largas y saludables, concluyen los investigadores.
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