Cortisol

El cortisol se libera tras la activación del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, varía a lo largo del día, posee un ritmo diurno subyacente y responde a los factores estresantes.

El cortisol, a menudo conocido como la "hormona del estrés", es mucho más que eso. Su liberación sigue un ritmo circadiano bien orquestado, que alcanza su punto máximo en las primeras horas de la mañana antes de disminuir a lo largo del día, lo cual es fundamental para la homeostasis fisiológica.

Durante años, fue ampliamente aceptado que despertarse desencadena un estímulo para la liberación de cortisol, conocido como la respuesta de despertar del cortisol (CAR). Este concepto incluso guió la investigación sobre afecciones como el trastorno de estrés postraumático, la depresión, la obesidad y el síndrome de fatiga crónica. Sin embargo, los estudios anteriores que dependían de la CAR generalmente usaban muestras de saliva posteriores al despertar en lugar de mediciones antes del despertar, lo que pueden haber sido limitaciones en la verdadera dinámica de la secreción de cortisol alrededor del tiempo de vigilia.

En un estudio reciente,¹ un equipo de investigación examinó los niveles de cortisol antes y después de despertarse, utilizando un sistema de muestreo automatizado en más de 200 adultos sanos. Los resultados mostraron que el despertar en sí mismo no desencadena un aumento en la liberación de cortisol.

En cambio, los niveles de cortisol observados al despertar representan la cola de su ritmo circadiano endógeno, que comienza su aumento en las primeras horas de la mañana. El estudio también sugiere que la relación del cortisol con la vigilia está relacionada con factores que influyen en el inicio de la vigilia, con una variabilidad sustancial en los niveles que puede estar influenciada por la duración y el momento del sueño individual.

¿Por qué es importante? Como proveedores de atención médica, se nos recuerda la complejidad del cortisol. A menudo podemos tener pacientes interesados en evaluar sus niveles de cortisol o preocupados por sus niveles de cortisol. En el entorno clínico, esto brinda la oportunidad de tener discusiones significativas con nuestros pacientes sobre lo que pueden pensar sobre la liberación de cortisol y el estado de vigilia, y para educarlos sobre el ritmo circadiano endógeno del cortisol.

El estudio mencionado anteriormente nos recuerda a los médicos, que debemos considerar los factores que pueden afectar el cortisol y las pruebas de cortisol. El ritmo circadiano depende de los patrones día-noche y sueño-vigilia. Puede verse interrumpido por varios factores, como la alternancia de turnos de día y noche y los viajes de larga distancia a través de zonas horarias. La secreción de cortisol puede aumentar como una respuesta contrarreguladora normal a factores estresantes como la fiebre, la cirugía, la hipoglucemia y la hipotensión. Algunas afecciones, como la depresión, pueden provocar niveles elevados, mientras que ciertas medidas de cortisol pueden variar con la edad. También puede verse afectado por los medicamentos.

Comprender el "por qué" de la medición de cortisol es primordial para tomar la decisión más óptima junto con el método de prueba correcto, particularmente en el contexto del historial médico del paciente.

El cortisol sigue siendo una hormona fascinante y compleja con implicaciones críticas tanto para la fisiología como para la fisiopatología. Este nuevo estudio desafía las suposiciones sobre la relación del cortisol con la vigilia y destaca la importancia de comprender su ritmo circadiano endógeno.

Para los médicos, estos hallazgos subrayan la necesidad de un enfoque matizado para las pruebas y la interpretación del cortisol, que se adapte al historial médico del paciente, la pregunta clínica específica y los factores que pueden influir en la dinámica del cortisol. Al reconocer la intrincada interacción entre el cortisol, los ritmos circadianos y la variabilidad individual, podemos guiar mejor a nuestros pacientes y mejorar la precisión de la atención en afecciones relacionadas con la desregulación del cortisol. Al final, este estudio nos recuerda que cuando se trata de cortisol, realmente es complicado.

Referencia

1. Samantha Klaas,, Thomas J. Upton, Eder Zavala, Michael Lawton, Sophie Bensing, Katarina Berinder, Ileana Botusan, Marianne Grytaas, Paal Methlie, Marianne Øksnes, Georgina Russell, Dimitra A. Vassiliadi, Stafford L. Lightman. El despertar no se asocia con un aumento de la tasa de secreción de cortisol. Proceedings of Royal Society. 2025: B.292 (2038). https://doi.org/10.1098/rspb.2024.1844